sábado, 20 de noviembre de 2010

Crónica del Garmin



Ha pasado bastante más de un mes, pensando en actualizar y dejándolo....Creo que ha sido una etapa de descompresión!

Cómo fue la Garmin? Genial :))

Fue todo un acierto debutar en el Triatló de la Vila porque así pude disfrutar muchísimo más de la competición, y eso que casi me la pierdo por las lesiones en los pies (que sigo arrastrando). Convoqué a toda la family, bajo el llamamiento "vete tú a saber cuando me podéis volver a venir a ver". En más de un momento me arrepentí, pensando "y si no sale bien? y si me rompo por el camino? qué presión con todos allí..." pero al final fue un acierto, es un subidón sentirte tan arropada.

Y a lo que ibamos:

Me levanté prontito y desayuné bien, un poco de café, tostadas con mermelada y poca cosa más. La equipación, como siempre, preparada de la noche anterior, empaquetar, vestirme, chequear que lo llevo todo y listos!

Llegamos con bastante tiempo Eli, que debutaba y yo, para poder ver a los elite, nos hacía gracia ver a Gomez Noya y a Marcel Zamora, pero lo cierto es que solo vimos pasar a algunos y andábamos un poco inquietas así que nos fuimos directamente a boxes a dejarlo todo. Mucha gente por todas partes, pero los boxes muy bien, con cesped artificial, bien organizado. Todo preparado y a pasear un rato y vivir el ambiente. Me encuentro con Fernando, un conocido del mundillo de la publicidad, que se ha aficionado también, charlamos un poco y nos encontramos con Cabe, mi exentrenador. Sin neopreno, con la envergadura que tiene es fácil encontrarlo entre la multitud. Comentamos como nos sentimos y en seguida se va, sale en la primera salida de sprint, el año pasado tuvo buen tiempo y este año espera mejorar.

Nosotras nos encontramos con el novio de Eli, le damos las mochilas y nos ponemos los neoprenos, qué calor por favor!! los nervios empiezan a aparecer, ya falta poco y claro...una vez puesto el neopreno, entran ganas de ir al baño! algo de cola y ya nos vamos a situar cerca de la salida. Viene mi novio con toda la troupe: la verdad es que esto es amor y lo demás son tonterías, esa noche ha salido de despedida de soltero (yo me salté la despedida de la novia evidentemente) y ha dormido muy poco, hace cara de dormido y resacoso, pero ni una queja! Mi madre, su pareja, mi suegra, mis dos cuñados (los otros no han podido venir) y mi sobrino. Ya estamos todos, así que a por el tema!



Salimos al agua, aunque el mar estaba muy tranquilo, en la entrada había muchas olas y mucho mogollón de gente, evidentemente. Trago agua, corro un poco y me pongo a nadar. Hasta que no llego a la primera boya las sensaciones son horribles, siempre me entra mucha ansiedad pero le meto cabeza, apreto y una vez pasada la primera boya todo va mucho mejor, encuentro mi ritmo y me entra el subidón al ver que no voy en cola, como en el tri de la Vila. Me despisto y acabo desviándome muchísimo, la recta hasta la arena se me hace larga, pero me siento bien y voy apretando mientras pienso "esto ya está, lo demás ya está aquí". El agua me cuesta mucho pero el cambio en relación al debut en cuanto a sensaciones y progresión es increíble. Salgo corriendo y me encuentro a toda la claca gritando mi nombre, sonrío, saludo, me quito un poco la arena y oigo la voz de una clienta llamándome flipando!

Los boxes están lejísimos y evidentemente, nada de subir caminando, voy trotando y veo a Humberto, la verdad es que anima una barbaridad verlo!

La transición es un horror, después al ver los tiempos me doy cuenta que un poco más y nos ponemos a echar la siesta! Me quito el neopreno, vomito un poco casi sin darme cuenta - qué horror tragar agua de mar, algún día me acostumbraré -, espero a Eli para salir juntas.


El segmento de bici es lo mejor y se consolida como "mi" segmento, a la primera pedalada ya pillo velocidad y empiezo a pasar gente, qué subidón! Engancho a los de la salida anterior, sigo apretando y acabo enganchando a los rezagados de dos olas anteriores! Me vengo arriba, estoy disfrutando como una loca, realmente la magia del tri es esto, cómo disfrutar como nunca, sentirte viva y superarte, disfrutando de todos los segundos de la competición. Llego a la primera vuelta y...me quedo sola. No sé qué pasó, pero la segunda vuelta casi no había nadie, había adelantado a mucha gente pero no a tanta como para quedarme sola y los de la anterior, ni los rezagados veo ya. En fin...sigo dándole, encontrándome a la familia gritando como locos animándome. Pero no solo ellos, el público es genial, te anima sin conocerte, incluso los señores de la limpieza. Veo algún accidentado, pero en general el circuito es bastante fácil y sin riesgo, algo que me preocupaba al ser mogollón.


Llego a la segunda vuelta - tras pegarle un berrido ultrasónico a un alucinado al que un poco más y atropello-, dejo la bici en boxes y listos, esto ya está Marta, ahora solo tienes que aguantar y correr con toda la dignidad que puedas. Me cuesta muchísimo empezar a correr, voy a ritmo lento, pero estoy tan feliz que me da igual. Poco a poco voy acelerando, el circuito está muy bien, pero hay gente por todas partes, y una cosa es estar feliz pero no quita que estoy exhausta y tirando de lo que queda, como para ir esquivando familias, gente en bici, triatletas que ya han acabado...llega un momento que a una ciclista de paseo que llevaba pegada todo el rato, le espeto "però què estas fent?"...algo vio en mi cara que se apartó en seguida.

El circuito de running se aleja en dirección a las torres Mapfre y cada vez hay menos gente. Empiezan a rozarme los pantalones mucho, muchísimo. Son los cortos que me pongo para correr pero la sal al secarse amenaza con seccionarme las piernas, mientras voy corriendo me los subo, me los bajo, me los aparto y al final no queda otra que apretar los dientes y seguir, pensando que ya no queda mucho y hay que aguantar.

No me he mirado el recorrido - error clásico - y no tengo idea de cómo es, en realidad no tengo muy claro donde está la meta, así que voy tirando un poco perdida. Aunque sea octubre muero de calor y me tiro agua por encima, me sienta de vicio y empiezo a apretar un poco más. Veo a Eli a lo lejos y casi me echo a llorar de la emoción, le grito que ánimos y que ya le queda muy poco, está rallada porque casi no se ve a nadie e ir sola es un horror, menos en tu debut, con sensación de farolillo rojo.

Sin darme cuenta, veo que ya está la alfombra y que ya he llegado, carai! Me pego un sprint que te mueres y veo a la gente que quiero gritando mi nombre, traspaso la meta y alguien se acerca y me pone la medalla. Llevo gafas de sol y no se ve cómo se me escapan las lagrimas...El momento es increíble. La familia me llama, pero espero en la meta que llegue Eli, quiero recibirla y darle un abrazo. La veo y grito su nombre, viene sonriendo, alguien de la organización me da la medalla y me dice que se la cuelgue yo, que se lo merece. Un abrazo muy fuerte, se nos saltan las lágrimas, lo hemos conseguido! se le ha hecho muy duro pero el momento de la llegada no se lo quita nadie.




Besos y abrazos a la familia, pobres, mi cuñada embarazada está ko y está todo el mundo agotado de ir para arriba y para abajo! Mi plátano acaba en la barriga de mi cuñada que está a punto de desmayarse y yo estoy tan excitada que no me entra nada salvo Gatorade.



Mi sobrino flipa con la medalla y yo soy feliz, tras tanto tiempo he conseguido lo que quería. Ahora, sólo queda disfrutar y seguir con mi sueño, seguir peleando y disfrutando.

1 comentarios:

Mamide43añospreparaunironman dijo...

Marta,
me ha encantado tu crónica. No has dejado detalle en las descripciones de lo que es una primera o segunda triatlón.¿ Pero como gusta, eh?

Gracias por tus palabras en el blog.

Un abrazo

Lourdes

Publicar un comentario