Este año me estreno como freelance y estoy dándome cuenta que las vacaciones son muy diferentes cuando eres autónomo. Así, de pensar que iba a hacer vacaciones en agosto, coincidiendo con mi novio como siempre, he pasado a tener vacaciones interruptus: me ha salido un trabajo a finales de esta semana y principios de la que viene. Evidentemente, no voy a decir que no, así que me tocará irme a Madrid unos días y trabajar aquí un par de días más.
Lo divertido es que voy a quedarme de rodríguez por primera vez en mi vida, teníamos previsto ir unos días con los sobrinos a la playa y no era plan de anularlo, así que me quedaré en casa trabajando y luego me uniré.
Además, hay gente que no coge vacaciones hasta el 15 y me están llamando para adelantar trabajo, tengo reuniones y citas varias, así que estoy en plan "hoy tengo vacaciones, mañana no, pasado sí, el otro no...".
En cualquier caso, como no ando muy estresada precisamente, no me importa demasiado. Eso sí, entrenar con esta dinámica está un poco difícil, más que nada porque es difícil pensar en algo diferente a tomar mojitos y diletar en terrazas (el espíritu deportivo siempre conmigo!).
Ayer salí a correr un rato por la mañana y me encontré con una amiga, resultó que la charla es más efectiva que el Ipod, estuvimos corriendo hora y media sin casi darnos cuenta. Y por la tarde fuimos a ver unos amigos y el trayecto lo hicimos en bici, así que hora y media más para la saca!
Ya soy socia del nuevo gimnasio, así que esta tarde haré natación y aprovecharé para pillarme una taquilla permanente y así poder tener siempre una muda por si me da por entrenar de golpe ;)
Y esta tarde - prometido - cuando baje el sol, a trotar un rato más, que sino no conseguiré llegar a la hora y media establecida como objetivo en octubre.

0 comentarios:
Publicar un comentario