Ayer celebré mi santo, soy atea, pero siempre celebré mucho el santo con mi familia y se me ha quedado como celebración. En fin, cada uno con sus contradicciones ;)
La cuestión es que pasé el día con mi madre en su "club", el Mediterrani. Estuvimos toda la mañana dándole a la piscina y aprovechó para enseñarme las instalaciones.
Tras estar acostumbrada a una piscina de 17 metros, de aluminio eso sí, pero muy pequeña, tener una olímpica al aire libre y una de 25 de largo cubierta, se me antojó un lujo. Además, zona de spa brutal y un gym muy grande con máquinas a saco, tanto nuevas como viejas. El Mediterrani era mi gimnasio de adolescente, acostumbraba a ir a nadar antes de ir a estudiar, sobre las siete de la mañana. Un buen día lo dejé y tras todos estos años lo han renovado y lo han dejado muy bien. Lo que es más interesante son las piscinas, pero la sala de fitness es muy grande y hacen muchas actividades.Lo único es que los vestuarios no me gustan demasiado.
Así que he decidido cambiar de gym. Ai, qué decisión más difícil ha sido, hace mucho tiempo que voy al Holmes Place y estoy acostumbrada. Acostumbrada a unas instalaciones fantásticas, siempre limpias, nunca con demasiada gente. El vestuario, de madera y cristal esmerilado es fantástico, la gente tan agradable y siempre con poca gente en cualquier clase o ejercicio. Me apunté a este gimnasio cuando acababan de abrir, trabajaba justo delante y me iba perfecto. Pero, empecé a dejar de ir y decidí borrarme, en una de esas épocas no deportivas de mi vida.
Al cabo de los años mi hermana empezó a ir y me regaló el alta y dos meses de entrenador personal para animarme a hacer deporte otra vez, y desde entonces que soy asidua, pasando de ir un par de veces a la semana a las seis o más de ahora.
El Holmes Place de Balmes es un gimnasio pequeño pero con unas instalaciones fantásticas. Hecho casi todo de madera y cristal, es un sitio al que apetece ir. La piscina, como decía, es muy pequeña y para mí siempre ha sido uno de los handicaps. Cuando hay clases solo caben dos personas entrenando, y aunque no haya clases, solo tiene tres carriles así que como mucho pueden estar seis personas entrenando de forma cómoda. El jacuzzi también es pequeño, pero normalmente siempre hay espacio. Y es que este es el planteamiento de este gimnasio, hay poca gente y nunca tienes que esperar por nada, ni por una máquina en la sala de fitness (completamente cierto, es un gusto) ni te falta espacio en las clases (aún recuerdo tener que pedir hora para spinning en el DIR).
Pero creo que es un cambio para bien, las piscinas valen la pena, está más cerca de casa, ahora que ya no trabajo en plaza Catalunya y el diferencial de precio es impresionante. Un sniff por tantos años, tantas risas con mi hermana y tanto mutismo con el resto (soy una autista cuando voy a entrenar jaja). Amigos, algunos dejo, pero para eso está el Facebook ;)
Toca cambiar y mirar a nuevos caminos.
Entreno de hoy: una hora de tonificación, ejercicios de fuerza en piernas y hombros, combinados con carreras en sprint (casi vomito, tengo que controlar mejor las horas a las que como)
viernes, 30 de julio de 2010
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