Bailando las olas

Estos últimos dias están siendo de lo más intenso. El domingo corrí la Cursa de la Maquinista haciendo un tiempo terrible, pero acabando contenta: era un test para ver cómo reaccionaban las lumbares y el piramidal y el resultado fue satisfactorio. No lo pasé bien, por el estómago, ya empiezo a tenerlo por la mano: en cuanto subo de 170 empiezo con el estómago y al llegar a 190 (en algunas puntas concretas) ganas de vomitar al canto. Me sirve para ir regulando y controlando, pero tengo que entrenar a fondo para no dispararme tanto. A ver si saco tiempo para hacerme la prueba de esfuerzo.

Lunes tuve sesión de tonificación, fuerte y cañera, pero también acabé muy contenta. Cuando miro en perspectiva solo hace seis meses, lo que me costaba hacer flexiones y ahora las hago con soportes (asas?), no puedo evitar sentirme más que satisfecha. Llevo días medio muerta de miedo pensando que tengo el triatlon encima y que no sé si estoy preparada. Sé que en el momento lo haré e incluso lo pasaré bien, pero es inevitable tener miedo a dos semanas.

Así, que esta semana, que es mi última semana de carga estoy en plan banzai ;)
Hoy fui a mi primer entreno con el equipo en el mar, un poco inquieta pensando en ver cómo llevaba un entreno de 1500 mts en mar, pensando en ir a mi ritmo pero hacerlo sin parar. Y ha sido mejor que simplemente hacerlo. El otro día en una conferencia estuve charlando con un chico que hace travesías y hablando sobre el mar, me dijo que no tenía que pelear con las olas, que tenía que entender el mar y bailarlas. Así que eso he hecho, mantener la calma, entender los ritmos y amoldarme a las olas, sin pelear, sin agobios, sin ansiedad y (casi) sin pensar en lo que hay debajo...Los 1500 metros han pasado bien, más llevaderos al tener compañeros cerca, sin sentirme sola.
Quedan pocos días pero ahora me siento más tranquila, sé que si puedo bailar con las olas, podré bailar con el triatlón y disfrutar con ello.